Razones para contratar una asesoría fiscal durante la crisis del COVID-19

Los empresarios y los autónomos deben realizar multitud de funciones para asegurar el éxito de sus negocios. Gestionar las cuentas empresariales, coordinar a su personal, atender a sus clientes, hacer labores comerciales… Estas son tan solo algunas de las tareas más relevantes para conseguir que su empresa crezca en su sector. 

Por si la labor de los empresarios no fuera ya bastante complicada, ahora han de hacer frente a la crisis económica provocada por la pandemia mundial del COVID-19. Esta situación trae consigo infinitud de nuevas dificultades económicas, fiscales y laborales, que condenan a miles de negocios en España. 

Y, ¿cómo pueden ayudar las asesorías fiscales antes y durante momentos tan complicados, como el actual Estado de Alarma por el coronavirus?

 

BENEFICIOS DE CONTRATAR A UNA ASESORÍA FISCAL

Las asesorías fiscales ayudan a gestionar y a cumplir las obligaciones contables, fiscales, judiciales y laborales de los autónomos, las empresas y los particulares, ahora y siempre. Mantienen al empresario informado de la normativa que debe cumplir su negocio y las ayudas principales de las que puede beneficiarse. Para ello, están al tanto de todas las novedades que puedan surgir en la normativa vigente y afectar a la actividad profesional. 

Este es de los servicios más beneficiosos durante la crisis del COVID-19. Ya que, esta situación ha forzado a muchas empresas cesar su actividad y casi todas ven menguar sus ingresos. En este contexto, el asesor puede aconsejarle sobre las nuevas medidas y las ayudas propuestas por el Gobierno que benefician a su modelo de negocio. 

Pero los consultores fiscales no solo ayudan en la normativa indispensable, sino que también asesoran con claridad sobre materia fiscal. Estos expertos se encargan de aconsejar a la empresa en ahorro de impuestos, pago de salarios y de IRPF de trabajadores, liquidaciones trimestrales del IVA, etcétera. Y llevan al día todos los trámites y la gestión de documentos. De esta forma, la empresa puede disponer con facilidad a los documentos archivados y gestionados correctamente. 

Contratar los servicios de una asesoría externa supone también un ahorro de recursos. El asesor se hace cargo de todas las gestiones de la empresa, por lo que permite ahorrar el coste de los salarios y tiempo de trabajo. 

Si está buscando un asesor de confianza, cercano y profesional, Leal & Asociados es la mejor opción. Más de 50 años de experiencia, profesionales cualificados y una satisfecha cartera de clientes nos posicionan como líderes en el sector. Nuestros expertos realizan un estudio detallado sobre los problemas que afectan a su empresa. Y, posteriormente, nuestros asesores le aconsejan para tomar las decisiones más beneficiosas para su negocio en base al conocimiento de las leyes y la fiscalidad vigente. ¡No espere más y contacte con nosotros!

¿Qué es el Permiso Individual de Formación y cómo se solicita?

¿Estudias y trabajas a la vez? Esto podría interesarte.

En muchas ocasiones, al cursar una formación mientras la compatibilizamos con el trabajo se hace casi una pesadilla. Ajustas horarios, faltas a clases, es casi imposible cuadrar las horas para no faltar a tus obligaciones formativas y profesionales. Por ello, os dejamos este post sobre el Permiso Individual de Formación.

 

¿Qué es el Permiso Individual de Formación?

Pues bien, el Permiso Individual de Formación, también conocido como PIF, es aquel que la empresa autoriza a un trabajador para la realización de una acción formativa con el fin de favorecer su desarrollo profesional y personal, siempre que no constituya una formación obligatoria para la empresa.

Puede autorizarse también para el acceso a los procesos de reconocimiento, evaluación y
acreditación de las competencias y cualificaciones profesionales adquiridas a través de la experiencia laboral y de otros aprendizajes no formales e informales.

 

¿Durante el disfrute del permiso tengo derecho a remuneración?

Sí, una de las ventajas del PIF es que es un permiso remunerado que concede la empresa a un trabajador para la realización de acciones formativas y sin que ello conlleve una pérdida de salario.

 

¿Vale cualquier formación?

No, debe estar reconocida mediante una titulación o acreditación oficial, incluyendo también los títulos de Formación Profesional, así como los Certificados de Profesionalidad que constituyen una oferta formativa del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales. Además, la formación debe ser íntegramente en modalidad presencial o, de no ser así, contar con clases, prácticas o tutorías presenciales obligatorias.

Por el contrario, quedarían excluidas las acciones formativas programadas por las empresas, las formaciones con modalidad no presencial y los permisos para concurrir a exámenes a los que los trabajadores puedan tener derecho.

 

 

¿Qué requisitos he de cumplir para solicitarlo?

  • Ser trabajador asalariado que preste servicios en empresas o entidades públicas no
    incluidas en el ámbito de aplicación de los acuerdos de formación de las
    Administraciones Públicas.
  • Cotizar a la Seguridad Social en concepto de Formación Profesional.

 

¿Cuánto tiempo puede durar este permiso?

Tiene un límite máximo de 200 horas laborales por permiso y curso académico o año natural.

 

¿Cómo se solicita?

Para solicitarlo se ha de presentar a la empresa un modelo de solicitud de autorización que debe ser cumplimentado por la persona interesada y recoger los datos principales de la formación que desea realizar.

 

¿La empresa puede rechazarme el permiso?

La empresa tiene la obligación de conceder el PIF al trabajador. La denegación del permiso ha de estar motivada por la empresa por razones organizativas o de producción. Asimismo, la empresa debe informar en todo momento, si los hubiera, a los Representantes Legales de los Trabajadores (R.L.T.) de los casos.

Si necesitas más información sobre este post u otros beneficios, contacta con nosotros.

¡Te esperamos!

El equipo de Leal & Asociados.