¿Qué es el outsourcing y cómo beneficia a su empresa?

El outsourcing ha suscitado una ardiente polémica en diversos países del centro y el sur de América. En México, por ejemplo, los ciudadanos promueven diversas iniciativas para cambiar la legislación de 2012, para que sus empresarios puedan recurrir a esta práctica y delegar parte de las funciones secundarias de sus negocios a otras empresas. ¿Y por qué existe tanto debate sobre este término?

 

EL OUTSOURCING PERMITE DELEGAR TAREAS QUE NO ESTÁN RELACIONADAS CON EL OBJETIVO PRINCIPAL DE LA EMPRESA

La palabra outsourcing es un concepto muy extendido entre las empresas de nuestra sociedad, pero ¿qué significa realmente? Este término proviene de unión de las palabras inglesas out (fuera) y source (fuente) y hace alusión a la subcontratación o externalización de un servicio. Es decir, esta práctica hace referencia a cuando un negocio contrata los servicios de un tercero para realizar una labor específica durante un periodo de tiempo determinado. 

Durante finales de siglo XIX, las empresas creían que todo el trabajo debía realizarse con empleados propios, desde la limpieza hasta las funciones administrativas. Pero, ¿es necesario que un hospital o una consultoría se hagan cargo de todas las tareas de la empresa o solo de aquellas que tienen que ver con su producto o servicio?

 

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El outsourcing aumenta los beneficios de su empresa.

 

LAS EMPRESAS QUE CONTRATAN OUTSOURCING DISFRUTAN DE MÁS VENTAJAS, QUE AQUELLAS QUE ASIMILAN TODAS LAS FUNCIONES

El outsourcing plantea una solución a esta cuestión, gracias a sus múltiples beneficios. Las empresas que subcontratan servicios pueden enfocarse en el objetivo de su negocio. Así, se aumenta el rendimiento de los trabajadores y no se consumen otros recursos. 

La contratación de una empresa externa para realizar laboras ajenas a la consecución del producto o servicio principal del negocio reduce costes. Esta práctica ahorra los gastos de infraestructura, tecnología o de nuevos trabajadores para llevar a cabo otras tareas.

Gracias a la reducción de costes para la ejecución de tareas secundarias a la actividad principal de la empresa, esta dispone de más recursos para invertir en innovación y otros proyectos. Además, el tiempo ahorrado puede invertirse en posicionar a la compañía mejor que el resto de su competencia. 

 

LA SUBCONTRATACIÓN PERMITE A LOS EMPLEADOS DEL NEGOCIO CENTRARSE EN EL RESULTADO DEL PRODUCTO Y SERVICIO, PARA OFRECER LA MÁXIMA CALIDAD

La externalización de servicios también mejora la calidad del negocio. Contratar proveedores externos con altos conocimientos sobre sus campos asegura un resultado de calidad a las empresas. ¡Y no solo eso! También se traducirá en un aumento de la productividad. Si los empleados tienen más tiempo para realizar sus funciones principales, conseguirán ejecutar el trabajo en menos tiempo, aumentando de manera exponencial la productividad empresarial.

La inversión en outsourcing reduce el riesgo en las inversiones iniciales de infraestructura y tecnología. Las empresas pueden contratar servicios a terceros para comprobar si funcionan en su negocio, antes de hacer una gran inversión e introducirlos en su compañía.

Si aún tiene dudas sobre este método y los beneficios que puede generar en su empresa, contacte con los expertos de Leal & Asociados. Nuestro personal le informará de la mejor manera de adaptar este servicio a su empresa y conseguir los mejores resultados. 

¿Qué es el Permiso Individual de Formación y cómo se solicita?

¿Estudias y trabajas a la vez? Esto podría interesarte.

En muchas ocasiones, al cursar una formación mientras la compatibilizamos con el trabajo se hace casi una pesadilla. Ajustas horarios, faltas a clases, es casi imposible cuadrar las horas para no faltar a tus obligaciones formativas y profesionales. Por ello, os dejamos este post sobre el Permiso Individual de Formación.

 

¿Qué es el Permiso Individual de Formación?

Pues bien, el Permiso Individual de Formación, también conocido como PIF, es aquel que la empresa autoriza a un trabajador para la realización de una acción formativa con el fin de favorecer su desarrollo profesional y personal, siempre que no constituya una formación obligatoria para la empresa.

Puede autorizarse también para el acceso a los procesos de reconocimiento, evaluación y
acreditación de las competencias y cualificaciones profesionales adquiridas a través de la experiencia laboral y de otros aprendizajes no formales e informales.

 

¿Durante el disfrute del permiso tengo derecho a remuneración?

Sí, una de las ventajas del PIF es que es un permiso remunerado que concede la empresa a un trabajador para la realización de acciones formativas y sin que ello conlleve una pérdida de salario.

 

¿Vale cualquier formación?

No, debe estar reconocida mediante una titulación o acreditación oficial, incluyendo también los títulos de Formación Profesional, así como los Certificados de Profesionalidad que constituyen una oferta formativa del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales. Además, la formación debe ser íntegramente en modalidad presencial o, de no ser así, contar con clases, prácticas o tutorías presenciales obligatorias.

Por el contrario, quedarían excluidas las acciones formativas programadas por las empresas, las formaciones con modalidad no presencial y los permisos para concurrir a exámenes a los que los trabajadores puedan tener derecho.

 

 

¿Qué requisitos he de cumplir para solicitarlo?

  • Ser trabajador asalariado que preste servicios en empresas o entidades públicas no
    incluidas en el ámbito de aplicación de los acuerdos de formación de las
    Administraciones Públicas.
  • Cotizar a la Seguridad Social en concepto de Formación Profesional.

 

¿Cuánto tiempo puede durar este permiso?

Tiene un límite máximo de 200 horas laborales por permiso y curso académico o año natural.

 

¿Cómo se solicita?

Para solicitarlo se ha de presentar a la empresa un modelo de solicitud de autorización que debe ser cumplimentado por la persona interesada y recoger los datos principales de la formación que desea realizar.

 

¿La empresa puede rechazarme el permiso?

La empresa tiene la obligación de conceder el PIF al trabajador. La denegación del permiso ha de estar motivada por la empresa por razones organizativas o de producción. Asimismo, la empresa debe informar en todo momento, si los hubiera, a los Representantes Legales de los Trabajadores (R.L.T.) de los casos.

Si necesitas más información sobre este post u otros beneficios, contacta con nosotros.

¡Te esperamos!

El equipo de Leal & Asociados.